Un viejo proverbio árabe dice:
“Bendecido sea aquel que logra inculcarle a sus hijos, alas y raíces”
Se calcula que, hasta la fecha de hoy, aproximadamente 6,000 personas han sido o, son toneleros en Irlanda. Guardianes del descanso de las dos bebidas icónicas de la nación la cerveza y el whiskey irlandés.
Con el tiempo y los avances tecnológicos, esta honorable profesión ha sido llevada al límite de la extinción. Hoy, domingo 21 de junio del 2020, solo quedan seis toneleros en toda Irlanda; dos de ellos son Chris y Alastair Kane quienes trabajan en The Old Bushmills Distillery.
Hace 3 años, Chris se unió a su padre Alastair Kane y entre los dos, forman el equipo completo de toneleros de Bushmills. No es nada extraño ya que la familia Kane empezó con la tradición 4 generaciones atrás, en 1935 con el bisabuelo de Chris, Jimmy Kane. Dicho de otra manera, todo el whiskey proveniente de la destilería de Bushmills que existe hoy en día, ha pasado por las barricas construidas por la familia Kane.
Alastair empezó a trabajar en la tonelería desde muy temprana edad, con su padre y su abuelo. Desde niño aprendió el oficio de la mano de sus dos maestros. Hoy en día, tanto él como su hijo siguen utilizando las mismas herramientas que sus antepasados. Tienen más de 100 años y sus abolladuras reflejen las cicatrices causadas por el uso y el paso del tiempo.
Muchos fueron los que pensaron que Alastair sería el último tonelero de Bushmills, sin embargo, su hijo, inspirado por la pasión y la dedicación de su padre decidió, honrar la memoria de su familia y mantener el lazo que la une con la destilería. Chris, se formó como aprendiz de tonelero durante 4 años en la National Cooperage Federation, terminando un año antes de lo previsto su capacitación e incorporándose al equipo.
¿Pero en qué consiste el trabajo de tonelero y porqué es tan especial?
Antes de responder a esto es importante mencionar que el 70% del sabor de un whisky proviene de la barrica. Por decreto un whiskey irlandés debe de reposar por lo menos tres años en barrica de roble. En el caso de Bushmills, existen variantes de 10, 16 y 21 años en circulación pero también es sabido que en la oscuras y frías bodegas de la destilería se encuentran whiskies embarricados por más de 40 años esperando a ser liberados. Las barricas de roble blanco americano ex bourbon provienen de USA mientras que desde Europa llegan barricas de jerez, oporto y madeira.
Éstas llegan completamente desarmadas y aquí empieza el romance. Chris y Alastair deben en primera instancia comprobar la calidad de la madera recién llegada. Una vez seleccionadas las láminas de roble deben armar las barricas con la única ayuda de sus manos y herramientas centenarias. Un verdadero trabajo de artesanía mezclada con la tradición familiar.
Una vez que las barricas han sido armadas, estas son tostadas para reactivar la madera y así poder aportar las notas al futuro whiskey. Una vez completada la barrica se llena con New Make y es sellada con la tapa de madera. El whiskey únicamente está en contacto con la madera ya que éstas no contienen un solo clavo. Al entrar en contacto con el whiskey la madera se hincha y se dice que las anillas de metal abrazan el whiskey haciendo de las barricas un contenedor hermético con el que empezará su evolución.
Con el tiempo y la humedad la madera cambia, por lo que el trabajo de la familia Kane es primordial para lograr que los caldos puedan añejarse el tiempo deseado. Hoy, en el día del padre queremos dedicar un brindis a todos los padres, que como Alastair, inspiran a sus hijos a lograr lo que se proponen sin nunca olvidar de donde provienen. ¡Sláinte!