Bushmills, el whiskey con la destilería más antigua del mundo, tiene su origen en la primera parte del siglo XVII, una época que no quedó marcada en la historia de la humanidad como la más preclara y lúcida; sin embargo, los cambios que le siguieron fueron cruciales.
¿Qué sucedía en el mundo en 1600?
Europa dejaba atrás la Edad Media, el absolutismo de las monarquías, las conquistas territoriales, genocidios y radicalismos religiosos; guerras que se prolongaron durante décadas, sumadas a periodos severos de hambruna y pandemias que parecían mantener todo en su sitio desde el propio oscurantismo. Por otra parte, con la llegada del Barroco y el desarrollo del método científico, las maneras de concebir el arte y la ciencia iniciarían un periodo de gracia que terminaría por asentar la Modernidad.
Así pues, mientras que de la pluma de Shakespeare (aparentemente) surgían Hamlet, Otelo, El rey Lear y Macbeth, entre otras obras de importancia capital en el habla angloparlante, Miguel de Cervantes Saavedra destacaba por la creación de una de las obras más importantes para el mundo hispano: El Ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha.
Johann Sebastian Bach establecía las bases para el sistema temperado de entonación que se utiliza en nuestros días en toda la música occidental, mientras que Caravaggio, Rembrandt, Velázquez y el Greco exaltaban las bases de complejos recursos plásticos y pictóricos.
En las ciencias, Galileo establecía las bases para la creación del telescopio y planteaba un modelo heliocéntrico del universo, mientras Newton asentaba la ley de gravitación universal entre otros grandes aportes científicos en óptica, física, matemática y astronomía.
Antecedentes del whiskey y la primera licencia para destilarlo en 1608
Es justo en este periodo de revolución social y efervescencia intelectual cuando la producción de whiskey clandestino toma por piernas a la Corona británica y la pone de cabeza. Ante el panorama excesivo de producción y consumo de este destilado en el territorio de la Unión y la falta de pericia de parte de los gobiernos antecesores para controlarlo, el rey James I tiene la iniciativa de entregar licencias de producción para tener un registro de todo cuanto se destilaba y para comenzar a cobrar impuestos.
En este periodo, el whiskey que se producía en Bushmills recibía el nombre de uisce beatha, aqua composita o aqua vitae. Y se presume que era un destilado de cebada malteada que era destilado en poteens o pequeños alambiques de cobre que no pasaban los 200 litros y de los que se obtenía un líquido más bien agreste, aunque ya desde entonces famoso en Irlanda e Inglaterra.
Bushmills recibe la licencia más antigua del mundo para destilar en 1608 y, aunque este periodo marca el inicio de la industria legal en Irlanda, lo cierto es que esta tarda más de 200 años en desarrollarse y convertirse en la más importante del siglo XIX con la llegada de la época de oro del whiskey irlandés.
Vale la pena hacer énfasis en que, gracias a todo el caos que se vivió durante el periodo de fundación, y los siglos subsecuentes, Bushmills tendría el espacio necesario para adaptarse ante los cambios que Irlanda sufriría durante los múltiples periodos de inestabilidad y transformación siguientes, llevando a nuestro whiskey a convertirse en una joya durante el mencionado siglo XIX, un sobreviviente durante el siglo XX, y un ejemplo durante el siglo XXI. Por algo somos hoy día el single malt más premiado de Irlanda y estamos listos para afrontar los siguientes 400 años de vida. Sláinte!!