El SS Bushmills fue un barco de vapor que surcó mares y océanos en 1890 para exportar nuestro whiskey alrededor del mundo; Estados Unidos, España, India, Singapur y Japón son algunos de los países a los que nuestro buque insignia viajó para promover a Bushmills, entregándolo a los mercaderes de las más importantes ciudades.
Lo que pocas personas saben es que el SS Bushmills tenía otra misión, además de exportar nuestro whiskey de triple destilación.
El segundo propósito era traer de regreso barricas usadas que los marineros dejaban en los puertos de todo el mundo: oporto, jerez, ron o whisky americano. Cada vez que nuestro buque daba con alguna de estas piezas, este las traía de vuelta a Irlanda y eran estudiadas quirúrgicamente por nuestro equipo de toneleros.
Así fue como Bushmills fue una de las primeras destilerías del mundo en experimentar con barricas procedentes de otros países y que contuvieron en su interior otro tipo de líquidos.
Lamentablemente el barco se hundió a principios de 1900, pero su recuerdo perdura gracias al fantástico trabajo de Hellen Mulholland, nuestra experimentada Master Blender. Ella le dio una segunda vida a la historia del barco a través de la icónica Steamship Collection. Una colección de cuatro ediciones limitadas que se inspiran de los viajes del barco y de sus descubrimientos.
La colección inspirada en las barricas para whisky del SS Bushmills
El primer miembro de la colección es el #3 Char Bourbon Cask. Es un Single Malt añejado en barricas de roble blanco americano de segundo uso, que contuvieron durante un largo periodo de maduración un bourbon de Luisville Kentucky.
En nariz ofrece notas suaves de vainilla, toques de madera tostada, especias y creme brulée. En boca, miel y cascara de naranja, el característico durazno presente en Bushmills más vainilla y, al final, chocolate amargo. Es delicioso por su combinación de sabores y muy suave y sedoso en paladar.
El segundo miembro de la familia Steamship Collection es el escurridizo Sherry Cask Reserve. Extremadamente difícil de encontrar, es un Single Malt añejado en pipas de jerez oloroso.
En nariz encontraran un aroma suave de frutos rojos y peras confitadas; si esperan unos minutos, percibirán notas a caramelo tostado con toques de sal. En boca, por muy extraño que parezca se distinguen trozos de piña en almíbar de ron con cerezas a los que se une un maravilloso sabor a chocolate y canela.
Siguiendo la línea nos encontramos ahora con otro Single Malt añejado única y exclusivamente en barricas de oporto: el Port Cask Reserve es un whiskey complejo. En nariz, manzana horneada, virutas de chocolate oscuro y teces de vino tinto. En boca, miel de clavo, toques de cacao y canela. Una belleza.
Y finalmente el más exótico de los cuatro: el Rum Cask Reserve. Este es nuestro favorito por unir el mundo del whiskey irlandés con el ron caribeño. Un Single Malt de triple destilación añejado únicamente en barricas de ron de St. Vincent.
Es floral afrutado en nariz, con notas a piña y mango y con una capa de especias y madera. En boca, suave y cremoso con frutas tropicales mantequilla de vainilla y algo de pimienta. Una compleja mezcla con un balance extraordinario resultado de una arriesgada apuesta. Esperamos tener algunos de estos tesoros en México.