¿Sabían que en la mayoría de los casos la innovación ocurre por accidente o, más bien, que se debe a la combinación de sucesos que cuando se mezclan generan una nueva realidad? Así sucedió con la historia del SS Bushmills (1895 – 1911), el barco insignia de The Old Bushmills Distillery, el barco de vapor que cruzó mares y océanos del mundo entero.
La principal función del SS Bushmills era el transporte de mercancía, pero no de cualquier mercancía, en realidad transportaba el primer whisky del mundo. A finales del siglo XIX, el irish whiskey tenía muy buena reputación: era la bebida que estaba de moda en el mundo entero.
El SS Bushmills llevó nuestro whisky triple destilado desde Nueva York hasta Singapur, haciendo escala por las costas de África y Europa convirtiendo a Bushmills en una marca global.
Podríamos pensar que este es el fin de la historia y que se veía venir, pero no, esta es la parte más importante. Todas o casi todas las marcas de whisky quisieron conquistar nuevos mercados, pero la audacia de nuestros marineros y de nuestros productores hizo que sacáramos doble beneficio a nuestras travesías. En cada puerto donde el SS Bushmills echaba amarras, descargaba whiskey Bushmills y cargaba barricas. ¿De cuáles? De todas… oporto, madeira, jerez y bourbon. Estas barricas viajaban hasta Irlanda y aquí es donde empieza la magia. Nuestros toneleros trabajaban la madera importada y le daban una segunda vida añejando whiskey Bushmills en su interior.
¿Tostado, suave o fuerte? ¿Mejor medio? ¿Cuántos años? ¿10, 12, 16 o 21? ¿Qué barrica? Imaginen un sinfín de posibilidades para crear nuevas expresiones y nuevos sabores. De esta manera Bushmills fue la primera destilería del mundo en experimentar con barricas de segundo y tercer uso que contuvieron otros fermentados en su interior.
Una colección inspirada en el barco del primer whisky del mundo
Hoy en día seguimos usando las técnicas que descubrieron nuestros “malt master” pasados, por ejemplo, Bushmills Black Bush y nuestro single malt de 10 años son una combinación de barricas que mezclan la elegancia y dulzor de las barricas de roble blanco americano exbourbon con las notas a frutos secos y especias de las barricas de roble europeo exjerez.
Para nuestro single malt 16 años triple destilado agregamos un periodo de 6 meses en barrica de oporto, dándole así un perfil aromático muy distinto, suave y sutil con notas a frutos rojos. Por si fuera poco, nuestro single malt 21 años tiene un terminado de dos años en barricas de madeira, compota de higo con chocolate amargo y cardamomo.
Esa es la clave: la barrica adecuada para el whisky indicado durante el tiempo apropiado. De este modo hemos logrado trascender, combinando artesanía y tradición con un poco de audacia y locura.
Así somos en Irlanda, así somos en Bushmills. Nuestro buque insignia se retiró en 1911, pero no quisimos olvidar a quien tanto nos había dado por lo que creamos una colección de tres expresiones de Bushmills, en su honor y memoria. La “Steamship Collection” que consta de tres variantes: la primera se añeja en barricas de bourbon, la segunda en barricas de jerez y la tercera en barricas de oporto. Mismo líquido, diferentes maderas. Solo hay una forma de conocer el resultado…