LA HISTORIA DEL WHISKEY
Los arqueólogos e historiadores coinciden en que los orígenes de la destilación son orientales y que datan de más de 8000 años antes de Cristo. Las rutas comerciales llevaron este proceso de purificación a la India y de ahí a Egipto.
Los árabes fueron quienes perfeccionaron las antiguas técnicas de destilación y acuñaron el término de alambique. Al-inbïq, el que destila. Al-kohol, el espíritu. Las rutas comerciales de los fenicios, las guerras del mediterráneo y la conquista de España llevaron a los alambiques y las técnicas de destilación a la vieja Europa, pero también existen registros del uso del alcohol en la medicina desde 1100 DC esparcidos por Italia, las Españas y las Galias.
Origen del whiskey irlandés
Con el tiempo y gracias a la evangelización de Europa del norte los alambiques llegaron hasta Irlanda. Alrededor de 1405, unos monjes celtas destilaron por primera vez lo que hoy conocemos como whiskey, palabra que proviene del término gaélico irlandés “Uisge-Beatha”.
Uso del whiskey irlandés
En ese entonces la bebida era utilizada mayormente para:
- Tratar dolencias como infecciones
- Problemas estomacales
- Incrementar la temperatura corporal en los fríos inviernos
También era común darle usos religiosos y espirituales a la bebida.
A finales del siglo XV una familia de destiladores irlandesa navegó hasta las islas occidentales de Escocia y exportó las técnicas de la destilación. Los escoceses al igual que los irlandeses desarrollaron sus propias técnicas de producción y embotellamiento. El resto de la historia ya la conocemos.
En 1608 el rey James I de Inglaterra otorga a Sir Thomas Phillips la primera licencia real de la historia para destilar whiskey, posteriormente se constituiría como la destilería más antigua del mundo: “Bushmills”. Hoy día Irlanda puede presumir de tener la primera destilería de whiskey del mundo.