¿Qué comer cuando tomas un whiskey irlandés? O mejor dicho ¿Qué whiskey irlandés tomar cuando vas a comer?
El whisky es una de las bebidas más sencillas de maridar, combina con casi todo y esto se debe a qué es uno de los destilados más complejo en cuando a su variedad de notas y sabores. Son dulces, afrutados, florales, ahumados, con notas de vainilla, miel, manzana, higo, tocino y chocolate. Además, al ser un destilado que pasa un largo tiempo en barricas, de 3 a más de 72 años para algunas destilerías, las notas de alcohol son bastante tímidas y por lo general son destilados muy cremosos.
En primer lugar, es importante entender que un maridaje consiste en asociar dos experiencias gustativas con el fin de generar una nueva. Existen 3 tipos de maridaje. El maridaje de acompañamiento que implica que dos elementos tengan las mismas notas y que al degustarlos en el mismo momento esas notas de chocolate de Bushmills 16 años combinen con el “Fondant au Chocolat” que nos estamos comiendo. Después, existe el maridaje de complemento, este sucede cuando dos elementos ofrecen notas similares y que combinan entre sí. Por ejemplo, Bushmills 10 años, tiene unas claras notas a manzana verde y pera con algo de especias. Una excelente combinación podría ser una tarta de manzana con canela, pero también podríamos atrevernos con una ensalada o un ceviche.
Finalmente existe el maridaje de contraste. Es el más difícil de lograr porque tenemos que ser intuitivos. El maridaje de contraste implica combinar dos elementos que no tengan notas similares pero que puedan funcionar. Por ejemplo; el chocolate marida muy bien con el tocino. Otro elemento importante es que el whisky funciona con alimentos grasos, no estamos diciendo que haya que comer manteca de cerdo para combinar un whisky pero si es cierto que al whisky le gusta lo graso y condimentado.
Algunos elementos fáciles de identificar, y que sabemos funcionan con el whisky son los chocolates, los frutos secos y las especias. ¿Fácil no? Ahora pensemos en todo lo que pueda traer alguno de estos elementos. ¿Lo tienes?
Así es prácticamente como todos los postres funcionan con el whisky, ahora lo difícil es saber qué whisky con qué postre. Si eres de postres frescos y afrutados escoge un whisky joven de 7 a 12 años. Si eres más de tartas de frutas con crema y galleta de un whisky de 15 años para arriba, y si eres de chocolates, no tienes remedio, de whisky 18 años para arriba.
Otro protagonista de los maridajes es el queso. La sensación de Bushmills 10 años con un queso azul es absolutamente extraordinaria, al igual que lo es un Bushmills 16 años con un manchego curado o un Bushmills 21 años con un Morbier.
Y porque ya llevamos mucho tiempo conversando les vamos a decir un secreto, el mejor maridaje que hemos probado con whisky ha sido el mole. Tiene chocolate, tienes especias y tiene frutos secos.
En resumen, el whisky marida con todo siempre y cuando se haga con inteligencia. La gastronomía mexicana se presta mucho para experimentar. Te sugerimos que si vas a comer algo fresco y ligero lo marides con un whisky “joven” dulce y afrutado. Si vas a maridar un plato fuerte, más condimentado o una carne, sugerimos hacerlo con un whisky un poco más añejo, 15 años, por ejemplo, con notas más especiadas, amaderadas y fruta madura. Para postres y puros, cuanta más barrica mejor. Sugerimos whiskies con un perfil aromático más cargado en maderas, especias café y chocolate.