A todos los amantes del whisky nos encanta disfrutar de una buena cata. Convivimos, reímos, probamos y, sobre todo, aprendemos. Vista, aroma, sabor… un viaje sensorial con el que nos deleitamos de grandes o no tan grandes líquidos. Pero lo que realmente importa es que con cada trago educamos a nuestro paladar y a nuestra nariz a percibir aromas y sabores.
Notas a fruta fresca, vainilla, caramelo, cacao…
Este proceso guiado, también nos permite conocernos. ¿Qué es lo que nos gusta realmente? ¿Somos de los que prefieren un whisky dulce y afrutado o más bien de los que adulamos los sabores ahumados y secos?
Y ese es el verdadero interés de una cata, redescubrirse con cada sorbo, permitirse disfrutar del más puro de los hedonismos. Ese encuentro entre lo maravilloso y a la vez extraordinario que nos resulta absolutamente mágico. Podemos tardar tantos años en saber lo que nos gusta como un whisky en añejarse. Parece una eternidad, pero que precioso regalo darse el tiempo de experimentar para dar con ese whisky que nos vuelve locos.
En esta guía te invitamos, a ti entusiasta del whisky, a que te atrevas a emprender este viaje con estos sencillos pasos para no tener que esperar hasta la próxima vez que un colega de trabajo o familiar te invite a alguna cata.
Paso 1: “Cata los whiskies adecuados”
Parece obvio, pero no lo es. Escoger los whiskies apropiados para una cata no es tarea sencilla.
Primero hay que tener en cuenta la cantidad de whiskies a catar. Con uno o dos variantes no es suficiente para poder comparar aromas y sabores por lo que te recomendamos tener entre 3 y seis whiskies distintos para poder hacer de la experiencia, algo interesante y completo. Pero cuidado, porque con más de 6 variantes corres el riesgo de que la experiencia se descontrole.
En segundo lugar, debemos tener en cuenta que para que una cata sea realmente exitosa, se debe de comparar lo comparable. Una cata en la que mezclamos bourbon, Single Malt japonés, whisky de grano escocés, Single Pot Still irlandés y whisky de maíz mexicano no es una cata, es un carnaval.
En esta situación no podríamos comparar las variantes entre sí ya que el espectro de aromas y sabores sería abrumador. Por lo que te recomendamos que decidas primero en qué quieres profundizar. Por ejemplo, “quisiera comparar Single Malts, de edades similares, pero de diferentes países”. Eso suena muy bien. ¡Deberíamos organizarlo! Los invitados podrían ser: Bushmills 16 años (Irish), The Macallan 15 (Scotch), Hakushu 18 (Japan) y un Armorik 14 años (France).
Con esta alineación delantera podríamos observar cómo cada país tiene su propia manera de crear un Single Malt y de cómo la influencia del terruño y de las barricas permite crear un abanico sensorial propio. La clave está en que los whiskies que escojamos deben de tener por lo menos un punto en común y un diferenciador.
Paso 2: “Disfruta con las herramientas adecuadas”
Para realizar una exitosa cata, necesitamos contemplar algunos otros elementos. No todo es whisky… Idealmente en un horario temprano, o relativamente temprano, lo ideal es a las 11:00 am porque nuestros sentidos están despiertos, aunque lo más practico es tenerla a las 7:30 pm, después del trabajo, ya desconectados de la oficina y de los pendientes, pero antes de cenar para no alterar nuestra nariz y boca.
Es importante realizar la experiencia en una habitación ventilada y con buena luz para poder ver y oler los whiskies tal y como son. Otro punto importante y es que entre cada whisky debemos limpiar nuestro paladar, para eso te sugerimos tener vasos de agua llenos en todo momento, pero también pan, el pan es el limpia paladares perfecto ya que simplemente se lleva el sabor del whisky y nos hace salivar para el siguiente.
Finalmente, la copa es un elemento fundamental. La copa ideal para catar un whisky es la copa Glencairn ya que permite que el whisky se oxigene de manera progresiva. Si no cuentas con este tipo de copa, la jerezana funciona muy bien, si tampoco está en tu inventario, la copa de vino blanco es muy adecuada.
Queda terminante prohibido el uso de caballitos o copas de cognac.
Paso 3: “Escoge bien a tus invitados”
Existen dos tipos de amantes del whisky, los que lo disfrutan desde que lo ven posarse en la copa y los que lo disfrutan 15 minutos después del primer fondo, es de suma importancia que selecciones bien a tus invitados, no todos apreciamos lo mismo de la misma manera por lo que es conveniente escoger a esos familiares, amigos o conocidos que compartan tu interés por lo bueno y por lo bien hecho, Sino corres el riesgo de convertir tu elaborada cata en un encuentro muy diferente.
Paso 4: “Infórmate”
“El mejor ingrediente para disfrutar en la vida es el conocimiento”. Si te gusta el whisky, es decir, si de verdad te gusta el whisky es importante tener literatura a mano durante tus catas. Es la mejor manera de entender porque un whisky sabe a los que sabe y además te sorprenderás al aprender sobre la destilería, su historia y sus procesos.
Aquí una pequeña selección de libros para empezar tu colección.
Definitivamente la “The whisky bible” de Jim Murray representa “el” libro a tener en tus estantes. Entre nuestros favoritos también está “The Whiskypedia” de Charles Mac Lean. Y por último un gran aliado es “Malt Whisky Year Book”, otro imprescindible que además se actualiza año con año.
Y con esto terminamos esta guía para realizar tu propia cata de whisky, si tienes alguna duda puedes escribirnos en nuestras redes sociales y con gusto te atenderemos.