Whiskey de malta o de grano: ¿qué los diferencia?

Entre las muchas categorías que podemos encontrar de whiskies en el mundo, las que van relacionadas con los singles suelen ser las más interesantes.

En nuestro mercado cada día es más común oír, hablar, ver y consumir single malts, whiskies que pueden ser capaces de generar expresiones organolépticas de una complejidad única. Sin embargo, poco y nada se encuentra con respecto a los single grain, una categoría igualmente interesante, aunque mucho más escasa en el mercado global, por lo que también es mucho más enigmática. 

Aquí te explicamos más sobre la elaboración de este tipo de whiskey y la diferencia entre el whiskey de malta y de grano.

Diferencia entre whiskey de malta y de grano: lo que debes conocer

El single malt, dependiendo del país de procedencia (Estados Unidos, aunque lo produce no lo tiene reglamentado), suele ser un whiskey elaborado únicamente utilizando tres ingredientes: agua, levadura y cebada malteada con o sin humo de turba en su proceso de secado. 

Se destila únicamente en alambique de cobre, tres veces en Irlanda y dos veces en Escocia o Japón (por tradición en todos los casos, no por ley), y se madura un mínimo de tres años en barricas de segundo uso, aunque se suele embotellar con muchos más años detrás. 

Una vez que se embotella, todo el líquido tiene que cumplir con las características antes mencionadas y provenir de una sola destilería. 

Una vez entendido esto veremos que, dependiendo del país y zona de procedencia, las edades a las que se embotelle y las mezclas de barricas que se utilicen, entre muchos otros aspectos, obtendremos un espectro organoléptico tan diverso, como complejo e inagotable: desde aromas marinos, cargados de yodo, sal y caucho hasta aromas frescos y dulces, llenos de fruta, chocolate y especias, siendo el aroma de malta el único hilo conductor entre todos estos whiskies. 

Diferencias entre whisky de malta y de grano

Ahora, ¿en qué se diferencia el whiskey de una sola malta del de grano

El single grain no sólo es una categoría poco habitual en nuestro país, sino que prácticamente no existe en ningún lado. Esto obedece a la sencilla razón de que el 99% del whiskey de grano que se produce en estos países se utiliza para formar parte medular de los blended whiskey. 

La gran mayoría de estos whiskies de grano se utilizan jóvenes en mezclas populares para cumplir con la gran demanda de esta categoría en el mundo, por lo que difícilmente se les permite alcanzar óptimos estados de madurez. Pero cuando se tiene la paciencia requerida, los resultados suelen ser sorprendentes. 

Entendemos por single grain un whiskey que ha sido producido utilizando agua, levadura y granos que pueden incluir o no pequeñas cantidades de cebada malteada, pero que en su mayoría suelen provenir de cebada sin maltear, maíz, centeno, trigo o avena. Igual que en el single malt, todo el líquido provendrá de una sola destilería de granos. 

Una diferencia entre el whiskey de malta y el de grano es que, en este último, los granos no se maltean. Para producir la transformación de almidones en azúcares fermentables necesarios para obtener alcohol, los granos son sometidos a procesos de cocción a altas temperaturas, lo que ocasiona aromas menos pulidos que los que se obtienen de la malta. 

La destilación se realiza en columnas industriales de acero inoxidable; este es un método mucho más rentable en costos y tiempos, pero no tan efectivo en el desarrollo de aromas y sabores, ya que provoca la formación de sulfuros, aromas cárnicos y otras impurezas que serán mayormente pronunciadas cuando estos whiskies son jóvenes. 

Por ello, requieren de mucho más tiempo en barrica para eliminarlos y ofrecer cualidades que, en algunos casos, el propio single malt no es capaz de otorgar. 

Los single grain más buscados son los que suelen venir en ediciones que rebasan los 20, 30, 40 o 50 años, edades óptimas para descubrir cualidades que en esas condiciones la malta no suele dar: aromas mucho más frescos, profundidades químicas muy particulares, mieles y frutas tropicales en compota suelen acompañar estos perfiles aromáticos, aunque dependerá siempre del tipo de barrica que se esté usando. 

Finalmente podemos encontrar cualquiera de nuestros single malt o single grain favoritos formando parte de otra categoría: la de los llamados Single Cask

Cuando descubrimos esta leyenda en una etiqueta de whiskey, nos indica que todo el líquido que está dentro de la botella proviene de una sola barrica. De lo contrario, nuestros singles serán mezclas de los whiskies producidos en cada destilería en particular y estarán embotellados habitualmente con el nombre de la misma. 

Estas son las principales características que distinguen a un single malt y un single grain. ¿Habías escuchado de ellas?